Cómo descubrir y estimular el punto G: guía completa

Cómo descubrir y estimular el punto G: guía completa

Hablar del punto G sigue siendo un tema rodeado de mitos, misterio y curiosidad. Muchas personas han oído hablar de él, pero no siempre saben dónde está, cómo encontrarlo o de qué manera estimularlo.
Lo cierto es que el punto G existe, aunque no todas las mujeres experimentan la misma intensidad de placer al activarlo.

En este artículo vamos a explicarte qué es el punto G, cómo descubrirlo de forma práctica y, sobre todo, cuáles son las mejores posturas sexuales para estimularlo al máximo.

¿Qué es el punto G?

El punto G, también conocido como punto de Grafenberg, se encuentra en la pared frontal de la vagina, a unos 3 a 5 cm de la entrada. No es un “botón” aislado, sino una zona de tejido esponjoso que se hincha y se vuelve más sensible con la excitación.

Está conectado con el clítoris interno y con la uretra, lo que explica la intensidad de las sensaciones cuando se estimula correctamente.

Aunque no todas las mujeres lo describen igual —algunas lo sienten como un área rugosa, otras como una pequeña protuberancia—, lo importante es entender que cada cuerpo es único. Encontrarlo puede requerir paciencia, práctica y mucha exploración.

Cómo descubrir tu punto G

Antes de probar con pareja, lo más recomendable es explorar a solas para identificar sensaciones y familiarizarte con tu cuerpo. Aquí algunos consejos:

  • Relajación y excitación previa: es más fácil localizarlo cuando ya hay excitación, ya que la zona se hincha y se vuelve más perceptible.

  • Usa tus dedos o un juguete curvo: introduce uno o dos dedos y haz el clásico movimiento de “ven aquí” hacia la pared frontal. Si prefieres juguetes, busca aquellos diseñados con curva especial para el punto G.

  • Escucha tu cuerpo: al estimularlo, sentirás una mezcla de placer y presión. Es normal que aparezca una sensación similar a querer orinar, porque la zona está cerca de la uretra.

  • Lubricación: utiliza lubricante a base de agua para facilitar la exploración y aumentar el confort.

Tip extra con ayuda externa: si quieres intensificar aún más la experiencia, existen productos diseñados específicamente para estimular el punto G.
Un ejemplo es la crema Shunga Lluvia de Amor, una crema vegana y natural que aumenta la sensibilidad de la zona G, mejora la lubricación y multiplica las sensaciones durante la exploración.

Las mejores posturas para estimular el punto G

El punto G es una de las zonas erógenas más fascinantes del cuerpo femenino. Estimularlo correctamente puede llevar a orgasmos más intensos y profundos.
La clave está en encontrar posiciones que favorezcan el ángulo de penetración y permitan variar los movimientos de la pelvis, además de combinarse con estimulación externa.

Aquí te presentamos las posturas más recomendadas:

1. Las cucharas

En esta postura, la mujer se recuesta de lado mientras el hombre se coloca detrás de ella, también acostado. El ángulo de penetración lateral hace que el roce con la pared anterior de la vagina (donde se encuentra el punto G) sea mucho más directo.
Un plus: también se puede experimentar con esta posición de pie, apoyada sobre una superficie.

2. El galgo

Variante de la clásica “posición del perrito”. La mujer se inclina hacia adelante, apoyando manos o antebrazos, mientras eleva ligeramente la cadera. Esto permite una penetración más profunda y en el ángulo ideal para estimular el punto G.
Consejo extra: combina la penetración con estimulación del clítoris para intensificar el placer.

3. La balanza

El hombre permanece arrodillado mientras la mujer se recuesta boca arriba. Ella lleva las rodillas hacia el pecho, apoyando los pies en el torso de su pareja o descansando sus piernas en sus hombros.
El movimiento de la pelvis hacia arriba y hacia abajo crea una fricción intensa sobre el punto G.

4. La unión del tigre

La mujer se coloca a cuatro apoyos (rodillas y manos en el suelo o en la cama), mientras el hombre, arrodillado detrás de ella, sujeta firmemente sus caderas para guiar el ritmo y la profundidad.
Es una postura cargada de energía, que combina control y pasión, despertando la parte más instintiva de ambos.

5. La flor de loto

El hombre se sienta con las piernas cruzadas o semiabiertas, mientras la mujer se sienta a horcajadas sobre él, frente a frente.
Ella tiene total libertad para mover sus caderas, variar el ángulo de penetración y balancear la pelvis hasta encontrar el punto perfecto. Además, la cercanía visual y física añade un plus de intimidad.

6. La gran apertura

En esta posición, ambos se colocan frente a frente, con las piernas estiradas y las pelvis unidas. La mujer se inclina ligeramente hacia atrás, creando un ángulo que facilita la estimulación del punto G.
Lo interesante es que esta postura también ayuda a prolongar el encuentro, ya que el hombre puede controlar mejor su excitación.

En conclusión, ¡todas las mujeres tienen la posibilidad de descubrir su punto G porque, felizmente, la naturaleza les ha regalado uno a cada una! Su búsqueda requiere un poco de paciencia y de perseverancia pero una vez descubierto, la palabra (gozan) ya no tendrá jamás el mismo significado para ti. ¡Feliz descubrimiento!

 

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