Cuando una relación termina, a todo el mundo le duele
La persona que ha sido dejada experimenta un shock repentino y el dolor y la sensación de pérdida son muy fuertes, pero la persona que interrumpe la relación también experimenta todo un abanico de sentimientos negativos.
Investigando para este artículo caí en la cuenta de que hay una gran cantidad de consejos en la red sobre como superar una ruptura pero muy pocos sobre cómo terminar una relación lo más suavemente posible.
Es casi imposible cortar sin hacer daño, pero casi siempre se puede minimizar ese daño.
Al romper una relación, uno tiene que aceptar que eso, el final, no es lo único en juego.
Si has pasado el tiempo suficiente con la otra persona, si has compartido sentimientos e intimidad física y emocional, deberás consolidar los recuerdos positivos. Y la persona con la que estás rompiendo, merece lo mismo. Por eso necesita experimentar una ruptura lo menos traumática posible.
Tu objetivo al cortar es reconocer las partes de la relación que fueron buenas y que la otra parte, al recordar, no se sienta abrumada por el pasado.
Por tu culpa, por tu culpa, por tu gran culpa.
La sociedad (de raíces católicas) española tiende a ver como malo al que corta y como bueno al que es dejado.
Y las personas a título individual también.
Es posible que ni siquiera encuentres apoyo en la familia o amigos.
Por eso es más que probable que experimentes sentimientos de culpa antes, durante y después de cortar con alguien.
Déjame contarte un secreto a voces: la culpa es un sentimiento inútil.
En el 99% de ocasiones, la culpa no va a evitar que en el futuro vayas en contra de tu propia naturaleza, pero va hacer que te sientas mal el 100%.
Cuando las sombras acechan…
…es que te estás acercando a la verdad.
Así que si estás pensando que la cosa no funciona, si tu intuición te dice que algo huele mal en Dinamarca, probablemente así sea.
Hay una parte subconsciente que dirige nuestras vidas de modos que ni sospechamos. Y la intuición es una fuga. Si tu subconsciente es el sol, la intuición es una llamarada solar.
No está claro lo que nos dice porque el subconsciente es una masa gigante e informe de sentimientos, recuerdos, emociones, traumas, éxitos y fracasos sumergidos en el tiempo y el yo.
Y cualquier intuición es fugaz e inasible. Por eso seguirla es de valientes.
Así que si tu intuición te dice que cortes, pero tu cabeza que no cortes, corta. Tu cabeza es el miedo a tu intuición.
Si has decidido ser valiente, presta atención a los siguientes consejos.
¿Cómo puedo romper con mi novia sin hacerle daño?
- Termina la relación tan pronto como sea posible. Si retrasas el momento por miedo al momento, cada vez será peor momento. Aplazar lo inevitable sólo hará que lo inevitable duela más.
- Rompe en persona. Romper en persona es una muestra de respeto. Romper a distancia no debería ser posible ni para un ingeniero en telecomunicaciones. Las rupturas con el móvil pueden estar de moda, pero si haces estás siendo un cobarde. Además, a la larga, te hará daño.
- Se honesto acerca de tus sentimientos. Le va a doler más si no reconoces los sentimientos reales. Al mismo tiempo demasiada honestidad puede causar muchísimo dolor. Has de saber discriminar entre información gratuita e imprescindible.
- Sé claro. Evita las vaguedades. Evita las frases hechas, los lugares comunes. Sé claro y directo a la vez que empático.
- Asume la responsabilidad de tu decisión. Reconoce que eres tú el que está cortando, en lugar de culpar a las circunstancias o a tu pareja.
- Escucha a tu pareja sin ponerte a la defensiva. Responde a las preguntas que te haga (y serán muchas dependiendo de las circunstancias) con toda la honestidad posible.
- Nada de quedar a tomar café. Si cortas, cortas. Al menos al principio has de mantener las distancias. Acercarte a la otra persona por los motivos que sean (culpabilidad o ganas de echar un polvo son las más habituales) es una falta de respeto. Si tiene sentimientos hacia a ti el contacto después de la ruptura puede causar muchísima confusión. Y puede intentar recuperarte.
Qué no hacer.
- No rompas en público. Debes dar a tu pareja la oportunidad de manifestar una reacción emocional libre cuando le comuniques tu decisión. La privacidad es indispensable para ello. Querrá hacer preguntas y necesitáis un sitio tranquilo e intimidad para afrontar las respuestas.
- Rompe en terreno neutral. Si no vivís juntos es mejor quedar en un sitio que os proporcione privacidad pero que no pertenezca a ninguno de los dos. Si rompes en tu casa la cosa se puede complicar si le da por empezar a recoger sus cosas o quedarse más tiempo del necesario por el motivo que sea, y si rompes en la suya le dejarás un mal recuerdo en uno de los lugares donde más horas va a pasar próximamente.
- No le des falsas esperanzas. Si tienes claro que necesitas romper es mejor no dejar la relación abierta o fórmulas parecidas.
- No trates de pasar a una relación de amistad. Con el tiempo puede que suceda de forma natural, pero tratar de amortiguar el golpe ofreciendo amistad nada más cortar puede dar lugar a malentendidos y confusiones variados.
- No menosprecies a la persona con la que estás cortando. Si estabas con esa persona es que hasta hace poco las virtudes superaban a los defectos. Haz honor a las virtudes y no recalques los defectos. Ya le está doliendo bastante que cortes.
- No intentes que esa persona se sienta mejor en los siguientes días. De ninguna manera puedes formar parte de la red de apoyo a tu ex para superar el duelo. Ni eres su amigo, ni su familia. Tu lo has decidido así. Al menos en el corto plazo.
- No tengas relaciones sexuales. Por muy buenas que fueran. El potencial del sexo para confundiros a ambos es infinito.
Vale, buenos consejos, pero no sé si quiero cortar.
He explicado más arriba que la intuición es una gran consejera difícil de escuchar. Así que voy a darte algunas buenas razones para cortar con alguien, por si eres duro de oído.
- Malos hábitos. Es perfectamente posible acabar hasta el gorro de un fumador si tu no fumas. Dependiendo de la sustancia la cosa se puede complicar muchísimo.
- Infidelidad. Una relación de pareja es un pacto de lealtad. Si los términos del contrato estipulan fidelidad y rompe el contrato, claramente puedes romper tú la relación. Ojo, es posible perdonar una infidelidad.
- Te transmite su pesimismo. Si llega del trabajo y descarga su frustración en tí, si todo es culpa de los demás, si no hace más que quejarse de su mala suerte, de decir lo infeliz que es, de creerse víctima de las circunstancias… etc… huye. Huye rápido y sin mirar atrás. La gente negativa contagia su forma de ser con espantosa facilidad. Eso sí, si este pesimismo es algo temporal, tienes que tratar de apoyar a tu pareja. Todo el mundo pasa por malas rachas.
- No te apoya. Tu pareja debería apoyarte frente al mundo casi siempre. Si sientes que en lugar de apoyarte te menosprecia, o no te ayuda con las cosas que le pides, corta rápidamente.
- Es un controlador o controladora. ¿No le gustan tus amigos? ¿No para de mirarte el móvil? ¿Desconfía sin motivo? ¿Te dice todo el rato lo que tienes que hacer? ¿Te corrige tanto en cosas importantes como en tonterías sin consecuencias? ¡Corta ya!
- No tiene muestras de afecto. Eso no es malo, en principio. Hay personas que son secas como un sarmiento y aman con todo su corazón y otros que son peor que una pastelería rellena de algodón de azúcar y es todo fachada. Pero si alguien no es como a ti te gustaría que fuera (afectuoso o todo lo contrario) y no lo es, no vas a poder cambiarlo. Es mejor cortar.
- Mentir. Si tu pareja te miente constantemente y tú lo descubres es el momento de cortar. Una relación se basa en la confianza y mentir es de débiles. ¿Quieres una persona débil en la que no puedes confiar a tu lado?
- Discusiones constantes. ¿Hola? ¿Os estáis escuchando? Tener una discusión no es algo raro en una relación de pareja. Tenerlas constantemente es un señal (del tamaño de nuestra galaxia, más o menos) de que algo no va bien.
- El sexo brilla por su ausencia. Si el sexo falla, está fallando una parte básica de la relación. Sois compañeros de piso, en lugar de compañeros de deseo. Además, cuando hablo de sexualidad, no solo hablo del momento cama, sino de los juegos, de las miradas, de la complicidad fuera de ella. Hay una gran variedad de actos sexuales (que ni siquiera requieren el sentido del tacto) fuera de la cama. Si toda esta complicidad sexual desaparece, puede que ya no quede nada.
- Proyectos de vida divergentes. Hazme un favor: si alguien te dice que quiere tener 5 hijos y tu máxima ilusión en la vida es vivir de un blog de viajes, es el momento de cortar. ¿La trasladan a la polinesia y a ti a Zamora? A lo mejor podéis plantearos una relación a distancia, pero no suena muy realista.
Cortar por lo sano.
Cuando dejas a alguien intenta cortar por lo sano. No dejes ninguna parte gangrenada (imagino que la expresión la inventó un médico a punto de amputar) en ninguno de los dos miembros. O la cosa se complicará mucho.
Sé rápido, respetuoso y honesto y habrás minimizado el daño.
Quizás durante un tiempo no querrás saber nada de relaciones de pareja ni siquiera de sexo de una noche, puede que en algunas semanas o meses, la idea de quedar con chicas o chicos te resulte excesiva, te dé pereza.
Pero tarde o temprano volverás al mercado. Es la naturaleza humana.
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